Uno de nuestros últimos clientes, Roger, un joven gerente en la industria farmacéutica con un prestigioso MBA, fue rechazado para una promoción que llevaba persiguiendo los últimos años. Cuando le preguntó a su supervisor sobre le decisión, nos contaba que le trasladaron, de manera literal: “Porque nadie te conoce”.
Esto fue una sorpresa para Roger, quien había recibido con bastante regularidad elogios por su sólida ética de trabajo y buenos resultados. Pensaba que todos lo conocían en la empresa. Si bien, se dio cuenta que los altos directivos que tomaban finalmente la decisión no tenían ni idea de lo que representaba y quién era como persona.
Roger cometió un error que muchos de nosotros experimentamos a lo largo de nuestra trayectoria profesional. Creemos que nuestros esfuerzos, educación o desempeño son suficientes para “superar” a nuestros compañeros y garantizarnos oportunidades de crecimiento y ascenso profesional. Tendemos a pasar por alto (o simplemente no se nos enseña) el valor de construir una marca personal sólida.
Pero ¿qué es una marca personal?
Los gerentes de la compañía de Roger sabían que tenía un buen rendimiento. ¿Por qué no fue suficiente para conseguir el ascenso?
En las organizaciones de alto rendimiento, cuando llegas a un cierto nivel, todos los profesionales tienden a ser grandes ejecutores en sus áreas. Para diferenciarse en valor, se necesita algo más que una buena reputación y ser un excelente ejecutor. Necesitamos construir una marca personal excepcional.
A menudo, tendemos a confundir nuestra reputación con nuestra marca personal. Pero no son los mismo.
Todos tenemos una reputación. Las primeras impresiones que hacemos, las relaciones que establecemos con nuestros gerentes y compañeros, y la forma en la que nos comunicamos, afectan a la forma en la que nos ven los demás. Por ejemplo, si le pides a tus compañeros que te describan, es posible que te digan que eres una persona cálida y cercana con la que es fácil colaborar. Otros podrán decir que ocasionalmente llegas tarde a las reuniones, pero que eres muy bueno priorizando tareas. Por lo tanto, la reputación está compuesta por las opiniones y creencias que las personas que nos conocen tienen de nosotros por nuestras acciones y comportamientos.
La marca personal, sin embargo, tiene un fin mucho más intencional. Es la forma en que quiero que la gente me vea. Considerando que la reputación se basa en la credibilidad, la marca personal tiene que ver con la visibilidad y los valores que representas.
Por lo tanto, tenemos el poder de definir nuestra propia marca personal alineando nuestras intenciones con las acciones. Es decir, definir nuestras decisiones y comportamientos para influir en la forma en la que los demás nos ven, para ayudarles a que conecten intelectual y emocionalmente con la imagen que queremos transmitirles.
Ahora que sabemos qué es una marca personal y por qué es importante, veamos cómo puedes empezar a crear la tuya propia.
Cómo crear una marca personal
Paso 1: Descubre qué es lo que te impulsa
Empieza por hacerte las siguientes siete preguntas:
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- ¿Qué me motiva por las mañanas para levantarme a ir a trabajar?
- ¿De qué habilidades o talentos me siento más orgulloso?
- ¿Qué habilidades me interesan, pero que todavía tengo que desarrollar?
- ¿Qué tipo de tareas o proyectos me dan energía?
- ¿Qué temas despiertan mi interés?
- Dentro de diez años, ¿qué quiero haber aportado al mundo?
- ¿Qué tienen en común las personas que más admiro?
Escribe tus respuestas a estas preguntas y presta atención a cualquier alineación de intereses que descubras. Este ejercicio puede ayudarte a identificar alguno de los valores, creencias u objetivos que te impulsan actualmente.
Por ejemplo, tal vez te des cuenta de que eres excelente para gestionar conflictos de manera productiva, que te encanta reunirte con tus equipos para hacer una lluvia de ideas y que te sientes cómodo colaborando con los demás. Quizás tomes consciencia de que las personas que más admiras muestran curiosidad, compasión y creatividad.
Identificar y reflexionar sobre lo que te impulsa, así como las metas que te gustaría conseguir, te ayudará a aprovechar y potenciar tus habilidades y competencias actuales para demostrar, de manera deliberada, comportamientos que hagan visibles tus mayores fortalezas. También puedes utilizar este conocimiento para reflexionar sobre las nuevas habilidades que puedes necesitar para llegar dónde te hayas propuesto alcanzar.
Paso 2: Alinea tus valores con los objetivos de la organización con la que trabajes o colabores
Aún llevando una buena trayectoria profesional, si quieres crecer profesionalmente, es importante que encuentren formas de conectar tu marca personal con las personas objetivo de tu organización. Comienza por observar a las personas que tienen éxito y que son admiradas en la empresa. Observa sus comportamientos. ¿Cuáles son las fortalezas más valoradas? ¿Cómo ayudan sus comportamientos en el negocio para que avance?
Ahora, regresa al paso uno y reflexiona de nuevo sobre las metas y los valores que identificaste. ¿Ves alguna alineación entre las habilidades actuales que marcaste y las cualidades que valora su/la empresa? Si es así, concéntrate en desarrollar esas áreas. De lo contrario, es posible que debas ampliar tus competencias. De cualquier manera, este ejercicio te ayudará a imaginar una marca personal que se alinee tanto con tus aspiraciones como con los objetivos estratégicos de la empresa.
A veces puede resultar útil elegir una palabra clave o un atributo para ayudar a impulsar tu marca, por ejemplo: líder, innovador, creativo o experto en tecnología.
Paso 3: Mapea a las partes interesadas
Al igual que en el mundo comercial, una marca no puede tener éxito si nadie la conoce. Al igual que nuestro cliente Roger, si no exhibes tu marca a un público amplio, especialmente a los que toman las decisiones clave, es poco probable que consigas esas oportunidades que quieres capitalizar.
Para aumentar tu visibilidad dentro y fuera de la organización, intenta crear un mapa de influencia. Esta es una herramienta que ayuda a identificar a las personas influyentes de tu organización y a elaborar estrategias sobre la forma correcta de conectarte con ellos, tanto formal como informalmente.
No existe una forma “correcta” de crear un mapa de influencia. Puede ser una lista simple de personas que deseas conocer o personal que pueden ayudarte a progresar dentro o fuera de la organización. Incluso podría ser un documento más complejo con los nombres de los líderes de las organizaciones más influyentes, sus roles y responsabilidades, y cómo podrías ser capaces de ayudarte.
Independientemente de cómo elijar recopilar esta información, el aspecto más importante es entender a quién quieres contactar y para qué.
Paso 4: Hazte visible
Una vez que tengas tu mapa de influencia, el siguiente paso es llegar a las personas que hayas fijado. Cuando eres nuevo, esto puede resultar un poco incómodo, así que no temas en pedir ayuda. Ponte en contacto con tu jefe, un compañero senior o alguien del equipo que haya trabajado en la organización durante un tiempo para que te ayude en dicho proceso.
Cuando conectes con ellos, toma el pulso y comprueba si están dispuestos a reunirse para tomar un café o un almuerzo rápido (aunque sea virtual). Puedes enmascarar tus preguntas en torno a buscar consejo sobre un tema dentro de su área de especialización, o incluso conectar a través de algún punto que tengáis en común: aspiración, hobbies, etc.
Si tienes ideas sobre cómo puede abordar un desafío al que se enfrenta, ¡todavía mejor”. Resulta tus habilidades e intereses y cómo esas competencias pueden ayudarle. Piensa en este mensaje/acercamiento como una primera oportunidad para mostrar tu marca personal.
Supongamos, por ejemplo, que te gustaría ponerte en contacto con el vicepresidente de marketing de tu empresa. Tu mensaje podría ser similar a lo siguiente:
Estimada Jennifer, en el último Comité Anual de la compañía, habló sobre la importancia de obtener mejores perspectivas de los clientes para ayudarnos a desarrollar y ejecutar nuestra estrategia empresarial de manera más efectiva. Me apasiona el análisis de datos y he trabajado como analista durante los últimos siete años. Me encantaría compartir algunas ideas sobre el uso de la visualización de datos interactiva para traducir conjuntos de datos en información procesable para nuestras campañas de marketing digital. ¿Podemos programar un café virtual de 15 minutos para hablar?
La clave es demostrar un interés sincero: qué nos importa y qué problema podemos resolver. Esto nos permite resaltar y enmarcar nuestras propias fortalezas de una manera “disimulada”, sin que parezca que estamos conectando únicamente por nuestro propio interés.
Construir una marca personal puede parecer promocional a primera vista, pero no lo es. Tu marca personal es cómo te diferencias con valor a lo largo de tu trayectoria profesional. Tienes el potencial de fortalecer tus conexiones. Ser capaz de articular tu marca personal con dedicación y estructura, ayudará a otros a entender quien eres realmente, lo que te define y, en consecuencia, podrás construir relaciones auténticas para alcanzar tus objetivos.